Javier Sierra. El fuego invisible. Tras la búsqueda del Santo Grial.

Yo, Roberto Aranaz vuelvo a la carga de nuevo, un verano más, tratando de recuperar la esencia de las cosas sencillas, de lo cotidiano, de lo que ocurre. Vuelvo de nuevo a sentarme en el banco, en mi banco del parque de Macanz, allí, cerca de mi casa, próximo a la basílica del Pilar,viendo pasar, lenta, el agua del río Ebro, un año más viejo, un año más.

Rondan por mi cabeza muchas cosas, algunas de ellas surgen después de algunos días de vacaciones.
Ha caído en mis manos el libro de Javier Sierra, El fuego invisible que va sobre la búsqueda del Santo Grial. Resulta que el libro se localiza en algunos lugares como San Pedro el Viejo de Huesca, la Catedral de Jaca, San Pedro de Siresa. En un momento de la historia, ésta se va a los capiteles de la catedral de Jaca, algunos de ellos dedicados a San Sixto, el Papa que tras sufrir las persecuciones de Valeriano dejo el Santo Grial en manos de su diácono Lorenzo, para que lo escondiera en lugar seguro; y ese lugar seguro fueron los Pirineos, fue Jaca.

Lo que describe Sierra a través de las investigaciones que realizan algunos de sus personajes avivan de nuevo mi curiosidad por recorrer de nuevo esos lugares, por regresar de nuevo a mi casa y volver a ver con otros ojos y a través de otra mirada todos esos sitios. Pero sobre todo, la mirada literaria de J. Sierra no ha hecho sino reestablecer de nuevo el ansia y las ganas de volver a escribir.

Ni yo mismo sé si soy un personaje real o de ficción, pero creo que, siendo realistas, la ficción se halla más próxima a mí que la realidad. Es por ello por lo que me emociono cuando se mencionan lugares conocidos de mi casa y que me llevan a la infancia, y por otro lado, investigación y trabajo de documentación. Búsqueda, sobre todo búsqueda. Todo ello contado por unos personajes, que en el libro, cumplen el rol de lo que son; personajes, como yo, a los cualeses les suceden cosas en un espacio y en un tiempo determinados.